48 años de historia: un ejemplo de madurez

Los frutos hablan más que las palabras

REFLEXIÓN

7/8/20253 min leer

Una Biblia, una bocina y un micrófono colocados en un quiosco en Méier, un barrio de Río de Janeiro… Fue con esos instrumentos y en ese lugar donde el joven Edir Macedo comenzó a cumplir con su llamado de llevar el Evangelio a toda criatura (Mateo 28:19-20). Y, 48 años después, algunas cosas han cambiado.

El quiosco quedó pequeño y la Iglesia Universal del Reino de Dios transformó una antigua funeraria en su primer templo, inaugurado el 9 de julio de 1977, en el barrio de Abolição, en la zona norte de Río de Janeiro. Hoy existen más de 12 mil templos distribuidos en todo Brasil y en más de 150 países. México forma parte de esa trayectoria desde 1992, y hoy, miles han encontrado en sus 243 templos un lugar para reconstruir su historia.

La voz de un hombre que lo dejó todo para predicar el Evangelio hoy resuena en más de 100 idiomas y dialectos, a través de cientos de obispos, pastores y sus respectivas esposas, además de más de 626 mil voluntarios. La bocina y el micrófono cambiaron, y ahora la propagación del Evangelio ocurre por medio de emisoras de radio y televisión, siempre manteniendo la misma esencia, el mismo amor por las almas y la misma dedicación para servir a Dios y al prójimo.

Estos casi 18 mil días de historia también han estado marcados por desafíos como persecuciones, noticias tendenciosas, difamaciones, calumnias, procesos legales e incluso el encarcelamiento del Obispo Macedo. ¡Damos gracias a Dios por todo ello! Porque todos esos hechos resultaron en aprendizaje y madurez ante cada obstáculo superado, ya que, a pesar del crecimiento innegable, algo se ha mantenido intacto: la Palabra de Dios.

La Biblia siempre ha sido el fundamento de esta Obra que continúa siendo perfeccionada día tras día, pues la misma inspiración que está en 2 Timoteo 3:16-17 también inspira cada paso de la Universal. Por eso, en cada Altar no se predica una doctrina, sino el arrepentimiento, el bautismo en las aguas y el bautismo con el Espíritu Santo (Hechos 2:38), la fe inteligente (Romanos 10:17), el culto racional (Romanos 12:1), la práctica de la Palabra de Dios (Santiago 1:22), la fidelidad (Malaquías 3:10) y todo lo que está registrado en las Sagradas Escrituras.

Y hay un detalle especial en toda esta dedicación para llevar la esencia de la Palabra de Dios de la manera más simple y directa posible. ¿Conoces el dicho «palabras sin obras se venden barato»? Pues bien, antes de enseñar, la Universal pone en práctica…

Los frutos de estos 48 años se ven en los incontables testimonios y también a través de los programas sociales y diversas acciones humanitarias en todo el mundo. Ya sea en una escuela, en una prisión, en un orfanato o asilo, en un hospital o cementerio, en un evento planeado con meses de anticipación o en una acción humanitaria provocada por una catástrofe, la Universal no escatima esfuerzos para brindar apoyo a cada persona necesitada y, muchas veces, olvidada. Y muchos de los beneficiados ni siquiera conocen a la Universal.

Para quien quiera saber cuál es el secreto de entregarse tanto sin esperar nada a cambio, de enfrentar tantos desafíos y superarlos, y de seguir inaugurando templos en todo el mundo, la respuesta es simple: obediencia a la Palabra de Dios, sumisión al Espíritu Santo y madurez ante cada situación vivida.

Todavía queda mucho por hacer, mucho por aprender y muchas almas por alcanzar. Y así, la Iglesia Universal avanza hasta la venida del Señor Jesús, como está orientado en 1 Corintios 15:58: «… estad firmes, constantes, abundando siempre en la obra del Señor, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano».