El encuentro Jóvenes en Familia fue más que un evento...

¡fue una experiencia que encendió y transformó a las familias!

EVENTOS

10/20/20251 min leer

La Fuerza Joven Universal (FJU) realizó el pasado sábado 18 de octubre el evento “Jóvenes en Familia”, un encuentro cuyo objetivo fue reforzar y fortalecer los lazos familiares.

Obedecer a Dios: el camino que siempre conduce al bien

Durante el encuentro fue abordado el tema central: "obedecer a Dios no siempre es fácil, pero siempre es el mejor camino". En un mundo donde muchos siguen sus propios deseos y donde las decisiones suelen guiarse por lo que “parece correcto”, elegir obedecer a Dios puede parecer una ruta difícil o incluso solitaria. Sin embargo, cuando confiamos en Su dirección, descubrimos que cada paso que Él nos guía está lleno de propósito, protección y amor.

Cuando somos despreciados o incomprendidos

Hay momentos en que obedecer a Dios nos lleva a ser incomprendidos o incluso despreciados por otros. Pero en esos momentos, recordamos a Jesús. Él también fue rechazado, burlado y traicionado, pero aun así eligió amar y perdonar.

El perdón no es debilidad, es fuerza. Perdonar es como cerrar una herida: mientras la mantenemos abierta, sigue doliendo; pero cuando decidimos perdonar, comenzamos a sanar. Y esa sanidad no solo restaura nuestro corazón, sino que nos permite seguir caminando en paz.

Cuando parece que estamos solos

Todos, en algún momento, atravesamos momentos de soledad o abandono. Pero Dios promete estar con nosotros incluso cuando todos los demás se alejan. Su Palabra nos recuerda:

¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré. (Isaías 49:15)

No dependemos del amor inconstante de las personas, sino del amor fiel de Dios que nunca falla.

Obedecer, perdonar, confiar y permanecer fieles a Dios puede no ser el camino más fácil, pero es el único que conduce a la verdadera paz. Cuando caminamos con Él, incluso las pruebas se convierten en oportunidades para crecer y fortalecer nuestra fe. Porque quien tiene a Dios como Padre, lo tiene todo.