"Santidad al Señor"
"Exhortación a la Santidad"
REFLEXIÓN


"Porque esta es la voluntad de Dios: vuestra santificación; es decir, que os abstengáis de inmoralidad sexual; que cada uno de vosotros sepa cómo poseer su propio vaso en santificación y honor..."
Dios es Santo; por eso, solo podemos tener comunión con El por medio de una conciencia limpia y pura. Después de conocer la Verdad, es necesario dejar la suciedad de este mundo y vivir de acuerdo con los estándares morales y espirituales establecidos por Su Palabra. Pablo hizo referencia al pecado de la inmoralidad sexual, muy común en aquella sociedad así como lo es en nuestros días. El verdadero convertido preserva su cuerpo para que sea habitado por el Espíritu Santo; por eso, no se entrega al pecado, a la depravación ni a la inmoralidad.
El casado debe ser fiel a su cónyuge, y el soltero debe preservarse y solo mantener relaciones sexuales después del matrimonio, para no desagradar a Dios.
La santificación consiste en tener una vida separada para Dios, y eso exige renuncia de todo aquello que agrada a la carne y que es contrario a la Voluntad de Espíritu Santo.
¿Cómo lo aplico a mi vida?
Si reconoce que la vida que ha llevado no ha santificado el nombre de Dios, la buena noticia es que usted tiene la oportunidad cambiar esa situación al tomar la decisión de santificarlo. Eso es lo que El más desea, así como un padre desea que su hijo le honre y le obedezca. El está dispuesto a perdonar a todo aquel cuyo corazón es sincero de santificarlo y honrarlo con su vida.
¿Dónde participar?
Si desea aprender más acerca de la santificación participe todos los Miércoles en el Templo de los Milagros: Av. México #20, casi esquina Duarte, al lado de la entrada al Barrio Chino, Santo Domingo, Distrito Nacional. O bien, en la Universal más cerca de usted.
A las 7:00 am, 10:00 am, 3:00 pm y especialmente a las 6:30 pm.